¿Existe de verdad una Unión Europea? Si es así ¿tiene alguna utilidad?
Recuerdo que todos los intentos de España por entrar en la Comunidad Económica Europea suponían sangre, sudor y lágrimas (aún hoy su pertenencia a este club implica también muchas lágrimas). Años después el selecto club abrió sus puertas y ahora se ha convertido en un revoltijo de economías nacionales con distinto peso. Se pretendía crear un referente "europeo" en la economía mundial algo que nunca se ha podido conseguir.
Si realmente se quería ser una potencia económica nunca entendí por qué razón al celebrarse el Tratado de Maastricht, en 1992, el Reino Unido obtuvo una cláusula de exención, denominada «opt-out», que significaba que el Reino Unido no estaba obligado a entrar en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM) e implantar, por lo tanto, el euro. Queremos una unión pero otorgamos privilegios a algunos. Una cosa es conducir por la izquierda y tener tu propio sistema métrico pero otra cosa es no "colaborar" en la creación de la Unión Europea.
Actualmente vemos que las desiguladades se han acentuado. Hay una cabeza visible, que busca su propio interés y beneficio (patética la imagen de las banderas de Francia y Alemania tapando la enseña europea en la última cumbre) y las meras comparsas que acompañan a galos y germanos.
No es posible una nueva Europa si no se trabaja desde la igualdad y la solidaridad. Alemania y Estonia no tienen nada en común, al igual que Malta y Francia o España y Finlandia. Pero todos debieran trabajar en función del bien común, algo que no se está haciendo. Realmente lo que se está imponiendo son los intereses del sr. Sarkozy y la sra. Merkel.
En tiempos de bonanza nadie se ha preocupado del funcionamiento de esta Unión Europea, todos han dejado hacer. Ahora, en tiempos de crisis, las cosas están cambiando, no existiendo un diálogo de iguales sino una imposición de los más fuertes, fuertes gracias a los demás.
La experiencia nos enseña que los Gobiernos europeos solo aceptan una mayor integración en momentos de extrema necesidad, no siempre se ha trabajado igual.
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