Es bien sabido que los mercados laborales europeos (y el español sobre todo) tienen que modernizarse para adaptarse a los nuevos momentos que vivimos.
Los países nórdicos comparten mucha historia y han tenido un desarrollo social y económico similar. La característica más común de sus sistemas es un estado de bienestar caracterizado por su universalismo (significa que todos los ciudadanos tienen derecho a prestaciones sociales básicos), el gran gasto social, los altos impuestos y un gran sector público.
En estos países predomina el modelo de FLEXISEGURIDAD. La flexiguridad se basa en tres pilares: la flexibilidad a la hora de contratar y despedir, la alta protección social para los desempleados a través de prestaciones por desempleo generosas, y una política de formación y reinserción laboral muy activa. Los trabajadores deben estar dispuestos a modificar su formación para adecuarse a lo que en cada momento necesite el mercado; para ello se articulan medidas de formación continua tanto para empleados como sobre todo para desempleados.
Las políticas de empleo son el centro de su política del mercado laboral. Un instrumento importante para conseguir el empleo total son los Programas Activas de Mercado de Trabajo. Estos programas
tienen un objetivo doble: actualizar las capacidades de los desempleados para evitar el embotellamiento en el mercado laboral y animar a los desempleados a seguir activos y buscar trabajo.
En última instancia, el objetivo del sistema es prevenir que la gente se una a las filas de los desempleados de larga duración. Si una persona no trabaja durante más de un año, sus oportunidades de conseguir trabajo disminuyen, y hay riesgo de exclusión social. El sistema de protección social en los países nórdicos, en particular, el sistema flexiguridad de Dinamarca, sólo paga cuando se está incluido en algún ALMP efectivo.
Los países nórdicos también prestan especial atención a la educación para adultos y a la formación continua. Alrededor del 20% de los adultos (de edades comprendidas entre 25 y 65) participan en alguna actividad de educación para adultos cada año. Por el contrario, media de toda la UE es de alrededor del 8%.
La combinación de un mayor nivel de seguridad social, una política activa de mercado de trabajo y el importante papel que juegan los agentes sociales en todos los países nórdicos han formado la base para que tengan las mejores clasificaciones de seguridad económica de la UE.
La idea fundamental del concepto de flexiguridad es que la flexibilidad y la seguridad no se contraponen. Se apoyan el uno en el otro. La flexibilidad no es del monopolio de los empleadores, de la misma manera que la seguridad no es del monopolio de lo empleados.
En mercados de trabajo modernos, muchos empleadores están empezando a darse cuenta de que les pueden resultar interesantes las relaciones laborales estables y retener los empleados que son fieles y
están bien cualificados. Por su parte, los empleados se han dado cuenta de que para ser capaces de ajustar su vida laboral a sus preferencias más personales, también les resultarían interesantes otras maneras más flexibles de organizar el trabajo, por ejemplo, la conciliación del trabajo y la vida familiar.
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