Ayer me encontré con esta carta en un magazine dominical. Creo que no tiene desperdicio y, por desgracia, da testimonio (con un poco de humor) del desaliento y del talento que este país está desperdiciando a todos los niveles.
EL MUNDO AL REVÉS
Últimamente todo lo que me rodea se para, incluido yo. Tiro a la basura otra oferta de empleo. Con mi licenciatura, mi máster y mi experiencia no doy la talla. "Se requiere friegaplatos con experiencia. requisitos mínimos: buena presencia, liderazgo y actitud proactiva. Imprescindible referencias. Requisitos deseados: manejo y dominio del inglés (nativo), alemán (nativo), japonés (nativo) y conocimientos de francés y griego (valorable). No remunerado".
Estar en el paro exige hacer gala de una disciplina muy férrea para no coquetear con la depresión. El truco está en mantenerse ocupado. Mi receta de actividades diarias es:
- búsqueda activa de empleo (5h.)
- adelgazamiento de currículum (1 h.)
- formación continua (2 h.)
- leer (2 h.)
- escribir (2 h.)
- correr / huir (1 h.)
- hacer sentir bien a los míos (2 h.)
- ayudar a los demás (1 h.)
- pensar en fórmulas alternativas de reinvención (3 h.)
- comer y dormir (4 h.)
Puro trámite, pues la incertidumbre te atenaza. Y aún me sobra una hora para completar el día. La empleo en aprender a discernir entre la nostalgia y melancolía, o entre cinismo e hipocresía, y si sale un día gris, me esfuerzo en colorear las nubes. Con todo, siempre hay algún desalmando que te dice "¡Qué suerte que mañana no tienes que ir a trabajar!". El mundo al revés.
Fuente: Carlos Torrero (XL Semanal- La carta de la semana)
Desgraciadamente es el mundo que se está creando, el mundo del desaliento y el pesimismo. El túnel cada vez es más largo y no se ve el fin. Hay que recuperar todo ese talento para salir de esta situación ¿quién lo hará? ¿los políticos? Creo que no. O lo hacemos nosotros o no nos salva nadie.
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