Poco tiempo después de que los duques de Lugo anunciasen el “cese temporal de la convivencia”, don Jaime de Marichalar fue apartado de la presidencia de la Fundación AXA y también de los consejos de administración deCementos Portland (del grupo FCC), de Axa Mediterranean Holding y de Axa Winterthur Salud. Sólo el sillón en el consejo de Cementos Portland, según publicó la revista Tiempo, le proporcionaba al duque de Lugo un sueldo de unos 194.000 euros anuales; parece evidente que no dejó estos lucrativos cargos por propia voluntad. Como la valía, la profesionalidad y la experiencia de don Jaime no han cambiado –sólo lo ha hecho su estado civil–, es casi inevitable sospechar que estos puestazos estaban reservados para el yerno del rey, y no para un tal Marichalar.
¿Son este tipo de intereses privados los que piensa desvelar la Casa Real con esa prometida transparencia que ha provocado indirectamente el escándalo Urdangarin? Lo dudo. Al fin vamos a conocer en qué se gastan los 8,4 millones de euros que, cada año, los contribuyentes españoles pagamos al rey. Es un paso importante que la Casa Real debería haber dado hace tiempo. Pero se queda corto porque seguirá siendo un misterio tanto el patrimonio como los ingresos privados de la familia real: una información que es opaca en España y completamente transparente en otras coronas europeas.
¿Puede la familia real participar en negocios privados? ¿Puede recibir el rey regalos suntuosos de empresarios? ¿Es compatible la jefatura del Estado con este tipo de intereses? ¿Sería aceptable –por comparar- que el presidente de la República francesa aceptase un carísimo yate pagado por empresarios o colocase a sus yernos en consejos de administración? ¿Cuánto cuesta realmente a los españoles la Casa Real?
Fuente.- Escolar.net (Ignacio Escolar)
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