sábado, 21 de marzo de 2020

CORONAVIRUS, POLÍTICA E INEPTITUD


Reflexiones desde el confinamiento. 
"Papa, por qué hemos llegado a esta situación? Por qué queremos ganar a Italia?"
Mira hija, el principal problema radica en que pensamos más con la ideología que con el cerebro, algo así como pensar con el culo. Cada cuatro años nos dedicamos a elegir a personas que no dan la talla en su trabajo. Un país necesita gestores y estadistas en tiempos de crisis. Este país sólo tiene aprovechados e ineptos (en gobierno y oposición), incapaces de tomar decisiones que de verdad beneficien al colectivo. Ellos sólo buscan el beneficio propio y el de los suyos.
Cualquier estadista razonable hubiera estudiado el problema con antelación y no le hubiera temblado la mano a la hora de tomar decisiones. No hubiera pensado en si le llamaban dictador o en el rédito de votos futuro.
Cualquier estadista inteligente sabría que la expansión de un virus se reduce si se reduce los desplazamientos de la población. No hubiera pensado si esa era o no una medida contra la democracia mal entendida o la libertad. No hubiera permitido que un alto porcentaje de la población se desplazara libremente por el país para irse de vacaciones.
Cualquier estadista responsable se hubiera preocupado de la salud del colectivo sin tener en cuenta lo que piensen de él en ese momento. En el futuro sería un héroe.
Otro gran problema es la situación de la sanidad en nuestro país gracias a ciertos políticos que lo convirtieron en un mercado persa pero eso lo hablaremos otro día, que tenemos tiempo.


viernes, 20 de marzo de 2020

CONFINAMIENTO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN


El país avanza en su encierro (la mayoría). 
Creo que los medios de comunicación tienen que empezar a colaborar en la estabilidad psicológica de la población. La saturación de noticias alarmistas merman nuestra moral día a día y a veces provocan situaciones no deseadas (acaparar alimentos, desplazamientos innecesarios...). 
No es el momento de demostrar quién guarda la noticia más sensacionalista. Lo mejor sería ceñirse a datos oficiales, objetivos y contrastados. Quizás morderse la lengua al contar ciertas historias e introducir pequeñas píldoras de noticias positivas que nos inmunicen contra el desaliento.

La saturación de información no es positiva cuando debemos permanecer tanto tiempo fuera de nuestro ritmo de vida normal.
Los medios de comunicación son ahora nuestro hilo de contacto con el exterior. Colaboren con nuestra moral.